Lalo: "La ciudad sí es para mí"

"Queridos amigos del albergue,

Parece mentira, pero hace ya dos meses que me despedí de vosotros (no sin cierta pena) y me dispuse a comenzar una nueva vida junto a mi dueño... ¡¡y nada menos que en Madrid!! No os hacéis idea de cómo es esto. Las calles son enormes y están repletas de gente, que anda y corre de un lado para otro. Hay tantas luces y ruido que, al principio, me sentí un poco intimidado. Poco a poco, he conseguido acostumbrarme a mi nuevo entorno, aunque los coches y, sobre todo, los camiones y autobuses, me siguen dando buenos sustos. No os voy a negar que, en ocasiones, echo de menos la tranquilidad del albergue, pero aquí en la capital hay más oportunidades... o eso dicen.

Mi casa me gusta mucho. No es muy grande, pero tiene un patio al que puedo salir a jugar cuando me apetece. Me encanta tumbarme allí mientras mordisqueo mis juguetes, que tengo un montón, aunque, al paso que voy, tendré que pedirles unos cuantos nuevos a los Reyes Magos. Y lo bueno es que aquí no tengo que pelearme con ningún otro perro para poder disfrutar de ellos un ratito. Por cierto, no sabéis la de compañeros que hay fuera del albergue. Y todos con su dueño, incluso a veces, van de dos en dos. Grandes, pequeños, amistosos, menos amistosos... Los hay para todos los gustos, pero yo he empezado ya a hacer mis primeros amigos por aquí, sobre todo en un parquecito al que vamos todos los días. Y no sólo amigos perrunos, pues muchas personas me paran también por la calle para saludarme y decirme lo guapo y simpático que soy. Ay, qué gusto me da sólo de pensarlo...

En fin, que estoy muy contento. Espero poder ir pronto a veros y contaros más cosas, pero que conste que iré sólo de visita, ¿eh? A ver si vosotros tenéis la misma suerte que yo y encontráis un dueño que os quiera y os cuide tanto. Os recomiendo que pongáis cara de buenos cuando la gente vaya a veros al albergue. A mí me lo aconsejó mi hermano Lolo y me ha ido requetebien.

Un lametón a todos.

Lalo.

P.D. Aquí me hago llamar Mou. Suena bien, aunque para vosotros siempre seré Lalo."

Buscamos a Melitón

 

Amigos, estamos buscando a Melitón. Se perdió el día 14 de octubre en el pueblo de Marugán, entre las urbanizaciones de Siete Fuentes y Pinar Jardín. Tiene ocho años y lleva chip de identificación, pero tiene la particularidad de que es ciego, lo que puede dificultar aún más la búsqueda y, sobre todo, poner en riesgo su vida.
Melitón fue adoptado hace dos años de la Protectora cuando ya no teníamos apenas esperanzas. Tanto su dueña Teresa como nosotros estamos muy preocupados por él. Si alguien lo ve, puede llamar a los teléfonos 921 19 65 31 ó 617 58 42 05 (Teresa) y 659 91 42 11 (Protectora).

 

MUCHAS GRACIAS POR VUESTRA COLABORACIÓN.

Concursar y disfrutar, todo es empezar

Poned bien guapas a vuestras mascotas porque ya están aquí, como cada año, nuestros tradicionales concursos. Vamos ya por la 18ª edición del 'Concurso de Perros Mestizos y de Raza' y por la 10ª del 'Concurso de Fotos de Gatos' y, lejos de cansarnos, cada vez los organizamos con más ilusión y con muchísimas ganas de pasar una mañana de lo más divertida, rodeados de todos nuestros amigos, ya tengan dos o cuatro patas.
Tan magno evento tendrá el lugar el próximo sábado 19 de octubre a las 11 de la mañana, en la Plaza de la Artillería, junto al Acueducto de Segovia. En el caso de los perros, la inscripción podrá realizarse hasta 30 minutos antes de comenzar el concurso, en la mesa que instalaremos a tal efecto. En cuanto a los gatos, contáis con el mismo plazo para entregarnos las fotos. Los perros (o los dueños, según quién ande mejor de efectivo) realizarán una donación de 6 euros, mientras que, para los gatos, la donación será sólo de 1 euro. Todos los perros participantes recibirán regalos de nuestras casas colaboradoras y premiaremos a las tres mejores fotografías de gatos.
Os recordamos algunas normas para el feliz desarrollo del concurso. Los perros deberán ir acompañados de su correspondiente cartilla de vacunación y permanecerán sujetos con correa en todo momento. Ah, y las perritas no podrán encontrarse en época de celo, para evitar altercados.
Si ya habéis participado en años anteriores, estaremos encantados de volver a encontrarnos, y si ésta es la primera ocasión, os dejamos un vídeo para que os vayáis ambientando con el exitazo del año pasado.

¡¡MUCHA SUERTE A TODOS!!

Mil vidas en cuatro minutos

Son tantas las historias que hemos vivido en la Protectora que, si las juntásemos todas, nos daría para varias trilogías como la de "El Señor de los Anillos". Así que, con mucha dedicación y cariño, hemos querido recoger en este vídeo a algunos de los peludines que siguen con nosotros, a otros que ya han tenido la suerte de encontrar un hogar y a otros que, por desgracia, se fueron al Cielo de los Perros sin saber lo que es una familia. Va por todos ellos.

Vega: "Soy todo oídos"

Mucho ojo con revelar algún secreto si esta perrita anda cerca, porque no se le escapa una. Y es que, con unos pabellones auditivos de ese calibre, nuestra querida Vega está al tanto de todo lo que se cuece en el albergue. Ese rasgo físico propio de su raza (Podenco) le aporta un aspecto muy particular y la convierte en uno de los peludos más llamativos del grupo. Una lástima que esas orejas no hayan podido escuchar lo que tanto tiempo llevan esperando: "Vámonos a casa, Vega". Pero seguro que su porte aristocrático, su considerable altura y su fibroso cuerpo acaban conquistando a más de uno.

Poco tiene que ver la perrita asustadiza y desorientada que recogimos cerca de una carretera con la cariñosa, sociable y segura de sí misma que encontramos hoy en el albergue. Su adaptación fue muy rápida, tanto con nosotros como con sus compis. Resulta evidente que Vega no ha recibido demasiados mimos antes de conocernos, pues se muestra muy agradecida ante cualquier pequeña caricia que le hacemos. Tampoco lo delgada que estaba cuando llegó parece indicar que haya tenido una vida fácil, pero aquí estamos nosotros para cambiar eso, ¿no?

Vega se merece una segunda oportunidad, una oportunidad de ser feliz, de recibir el mismo cariño que entrega y de llevar una vida en la que el miedo no tenga cabida. Eso sí, nos ha dejado bien claro que no le interesa la caza ni nada que tenga que ver con ella, así que abstenerse cualquiera que la pretenda usar para tal fin. Lo único que Vega quiere cazar es su sueño de encontrar un hogar.

Si estás interesado/a en adoptar o conocer más a Vega, puedes acceder a su perfil pinchando aquí.

Andrés, pequeño pero "matón"

No es nada frecuente ver por el albergue a perros de raza Yorkshire y eso hace de Andrés un caso aún más especial. Es evidente que este pequeñín no ha tenido una vida fácil y de ello ha heredado un fuerte carácter. Lo recogimos en un barrio de Segovia, con el pelaje larguísimo y hasta arriba de suciedad y nudos. También tenía la boca en muy mal estado y reaccionaba de forma agresiva ante cualquier trato con humanos, por lo que los cuidados veterinarios que requería no fueron tarea sencilla. Ese comportamiento nos hace pensar que Andrés fue maltratado por su anterior "dueño", por llamarlo de alguna manera.

Pese a su pequeño tamaño, Andrés no se achanta ante ninguno de sus compis del albergue, lo que le ha llevado a tener más que ladridos con algunos de ellos. Llevamos ya varios meses trabajando con él e incluso ha pasado varios días en casa de algunos de nosotros, para conseguir que se fuese acostumbrando al trato humano. Su carácter se ha suavizado notablemente, pero en el albergue sigue corriendo el riesgo de salir mal parado de alguna riña, por lo que necesita un dueño urgentemente. Debería ser alguien con tesón y paciencia, que pueda dedicarle tiempo y cariño, permitiéndole así recuperar la confianza en el ser humano. Estamos seguros de que Andrés sabrá agradecérselo. Además, ahora le hemos pelado para ayudarle a soportar los calores del verano y está de guapo...

Si estás interesado/a en adoptar o conocer más a Andrés, puedes acceder a su perfil pinchando aquí.

A Golfo no sólo le duelen los huesos

Hay dolores mucho más fuertes que el físico. Y si no, que se lo digan a Golfo. Este pequeño Schnauzer tenía algo que podía llamar "familia", pero sus dueños le dejaban vagar libremente durante el día por las calles de Segovia. Al final, pasó lo que acostumbra a pasar en estos casos y Golfo resultó atropellado por un autobús. El daño que este impacto provocó en el perro debió de ser terrible, pero nada comparado con el que tendría que sufrir a raíz de este desgraciado accidente. Sus dueños lo recogieron y lo subieron a casa, argumentando que lo llevarían al veterinario al día siguiente. Pero no fue así. Golfo pasó nada menos que cinco días en la casa, con las dos caderas rotas, una hernia inguinal y una lesión en el ano. Como podéis suponer, el dolor era tan fuerte que el perro se pasaba el día entero llorando y aullando, de modo que sus dueños decidieron bajarlo al coche por las noches para que sus llantos no molestasen a los vecinos. Sin duda, un gesto muy solidario... para con los vecinos.

Afortunadamente, una vecina denunció la situación en la que esta familia mantenía al perro y, con la ayuda de la Patrulla Verde de la Policía Local, se logró requisar al animal. A día de hoy, Golfo empieza a ser un perro nuevo. Ha sido operado de las dos caderas, la hernia y el ano, y aunque habrá que tener paciencia porque la recuperación será lenta, parece que se repondrá totalmente. Actualmente se encuentra en una casa de acogida, con otra perra y dos gatos con los que ya ha empezado a hacer buenas migas, pese a que los gatos se aprovechen de su debilidad para acercarse a "cogerle prestado" algo de comida. Desde hace unos días, Golfo ya puede hacer sus necesidades por sí solo y de forma prácticamente normal. Eso sí, ya hemos tenido ocasión de comprobar que su carácter responde al de su raza: independiente y algo cabezota. Sonríe, Golfo, que incluso ese dolor de corazón también se cura.

Si estás interesado/a en adoptar o conocer más a Golfo, puedes acceder a su perfil pinchando aquí.

"Los canes al sol" (II)

¡¡Cómo se nota que ha llegado el buen tiempo!! Ha sido ver los primeros rayos de sol y algunos de nuestros peludos más osados se han puesto manos a la obra para broncearse, que luego no quieren ser los más blancos de la playa. Ahí tenéis a Lupina, Dalila y Choni en nuestro 'solarium' particular, tratando de coger un poco de color, que los inviernos son muy largos en Segovia y hay mucho que recuperar. Sí, por si os lo estabais preguntando, les permitimos hacer 'topless', pero esperamos que nadie vaya a escandalizarse a estas alturas...
Es posible que Choni y Dalila no estén con nosotros dentro de poco, pues ambas han tenido la suerte de ser reservadas y les deseamos lo mejor de lo mejor. Seguro que Lupina las echará de menos en estos ratos de sol, en los que las tres aprovechaban para comentar todos los cotilleos que se cocían en el albergue. Ojalá ella pueda compartir la misma suerte de sus compis y encontrar un hogar.

Desde que fuese abandonada por no valer para la caza, Lupina ha perdido bastante confianza en el ser humano y se ha vuelto un poco tímida y miedosa. Es muy tranquila y le encanta tumbarse en lugares cálidos, ya sea junto a la estufa en invierno o, como podéis ver, al sol que más calienta. Necesita un dueño cariñoso y comprensivo, que le proporcione la vida digna que se merece y que hasta ahora no ha podido disfrutar. Seguro que no anda muy lejos...

Si estás interesado/a en adoptar o conocer más a Lupina, puedes acceder a su perfil pinchando aquí.

Darko, del asfalto a la vida

Muchos son los perros abandonados que terminan sus días en la carretera, unas veces muriendo en el acto al ser atropellados y otras, sufriendo durante largas horas los terribles dolores que acarrea un impacto de esas características. Éste último habría sido el caso de Darko si no fuese porque un joven, viendo que nadie se paraba a socorrerle, lo hubiese recogido y traído al albergue.
En un primer momento, nos pareció que sólo sufría una fuerte contusión, pero las radiografías revelaron algo bien distinto. Hasta siete roturas en cadera, pelvis o coxis, además de serias heridas y quemaduras, que  requerían una delicada y costosa operación. No queríamos negarle una segunda oportunidad a un animal por simples motivos económicos, así que seguimos adelante con el tratamiento.

La verdad es que no hay mejor recompensa para ese esfuerzo que estas fotos de Darko. Ha estado alrededor de un mes en rehabilitación y ahí lo tenéis, saliendo ya a dar sus primeros paseos por el patio. Su condición de Podenco le hace ser un tanto introvertido y desconfiado, algo que suponemos se habrá visto acentuado con esta dura experiencia, pero seguro que poco a poco cogerá confianza, recuperará su lustrosa melena de las patas traseras y estará listo para encontrar un buen hogar. Nosotros haremos todo lo que esté en nuestra mano para que lo consiga, eso por descontado.

No sabemos de dónde procedía Darko, pero por la zona en la que fue recogido, posiblemente venía de las huertas de La Granja de San Ildefonso, donde muchos cazadores tienen perros de este tipo de razas sin apenas control ni vigilancia y con el beneplácito de las autoridades. En este caso, Darko ha tenido la enorme suerte de haber dado con alguien que se molestó en recogerlo y buscar la ayuda necesaria, pero puede que el próximo no sea tan afortunado. ¿Hasta cuándo se seguirá haciendo la vista gorda?

"And the winners are... Mocho and Nika!!!"

 

Ahí donde los veis, nuestros queridos Mocho y Nika acaban de debutar como actores en una divertida campaña publicitaria. Nuestros "peludos estrella" han rodado varios anuncios y aquí os mostramos un par de ellos. La verdad es que ambos tienen una carrera de lo más prometedora...

 

Nika estuvo un tiempo con nosotros, pero ya tuvo la suerte de encontrar un hogar en el que recibir todo el cariño que se merece. En cuanto a Mocho, la verdad es que todo este asunto se le ha subido un poco a la cabeza, porque cuando ahora queremos darle un baño, nos dice que hablemos con su representante. Cosas del celuloide...

 

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Froilo, el adiós de un valiente

Cuántos esfuerzos hicimos, cuántas ganas le echaste, querido Froilo, cuánto luchamos juntos... Y todo para que pudieses recuperarte de esa fastidiosa hernia y moverte como antes. No lo conseguiste del todo, pero no te preocupes, sabemos que hiciste todo lo que estuvo en tus patas para lograrlo. Es triste que no pudieses disfrutar más tus últimos meses. Con lo que tú has sido... Es triste que, ahora que podías haber encontrado un hogar en Alemania, nos hayas dicho adiós. "Se paró tu corazón", como reza la canción de Dani Martín. Quizá por eso esté lloviendo tanto estos días, parece que no sólo nosotros lloramos tu marcha.

Valiente Froilo, has sido un ejemplo para todos. Tanto tus compis del albergue como nosotros tenemos mucho que aprender de ti. Nunca te importó que tus patas traseras no volviesen a ser las de antes, pues tu coraje era más que suficiente para llevarte a cualquier sitio. Sí, a veces te hacías el remolón cuando te tocaba salir a pasear, pero te lo perdonamos, cualquiera puede tener un mal día. Y con esa cara tan guapa, cómo no perdonarte...
Te vamos a echar mucho de menos, amigo, pero nos consuela pensar que, allá donde estés, seguro que puedes volver a correr y jugar como antes. Incluso podrás seguir persiguiéndote tu propio rabo. Qué manojo de nervios has sido siempre, querido Froilo...

Puc merece algo mejor

Ésta es una historia de irresponsabilidad y falta de sentimientos. Seguro que su comienzo os resulta familiar: un hijo se encapricha de un perro (Puc), lo lleva a casa de sus padres durante un tiempo y, cuando las circunstancias le obligan a cambiar de domicilio, decide que no puede llevarse al animal y lo deja con sus padres, que acceden a regañadientes. ¿Os suena? Pues bien, resulta que los padres se cansan de tener que atender al perro y consideran que lo más "responsable" es entregárselo a un mendigo de la zona. Eso sí, no sin antes asegurarse de cambiar el nombre del propietario en los datos del chip, para eludir cualquier responsabilidad futura.

Tal es la mala suerte de Puc que, a los trece días de comenzar una nueva pero (suponemos) poco prometedora vida, su dueño es asesinado en la cueva donde vivía. La Policía recoge al perro y nos lo entrega para que nos hagamos cargo de él. Pocos días más tarde, el padre de la familia visita el albergue, haciéndose pasar por un posible adoptante. Obviamente, nos pregunta por Puc. Al confirmar que está registrado a nombre de un mendigo trágicamente fallecido y que su hijo ya no tiene ninguna responsabilidad sobre el animal, se marcha rápidamente alegando que tiene mucha prisa.
Pero ya sabéis que Segovia no es tan grande y que, de una forma u otra, todos nos conocemos. El caso es que reconocimos la furgoneta que conducía este hombre, pues pertenece a un negocio familiar. Nos ponemos en contacto con su hijo y le explicamos que, moralmente, él sigue siendo el dueño de Puc. Lamentablemente, nos responde que le da mucha pena, pero que le es imposible hacerse cargo del perro. No hemos vuelto a tener noticias suyas. Y lo peor es que, legalmente, no se puede hacer nada, pues al entregar al perro, esta familia se aseguró muy mucho de no tener ninguna responsabilidad sobre lo que pudiese ocurrirle. ¿Y dónde quedan los sentimientos?

Es muy triste que, con apenas año y medio de vida, el bueno de Puc haya vivido ya tantas malas experiencias. Cambiar varias veces de manos, ver morir a uno de sus dueños, ser entregado a un albergue... Nosotros le cuidamos e intentamos darle todo el cariño que podemos, pero Puc sigue bastante desorientado y desconfiado. Necesita un hogar en el que sentirse querido, valorado y relajado. Esperemos que su paso por la protectora suponga un punto de inflexión en su vida y que, a partir de ahora, todo sean buenas noticias.


Si estás interesado/a en adoptar o conocer más a Puc, puedes acceder a su perfil pinchando aquí.

El sueño incumplido de Obama

No pudo ser. Nuestro Obama pasó varios años en el albergue, con la esperanza de que alguien de buen corazón se fijase en él y le proporcionase el hogar que se merecía. Sin embargo, una grave insuficiencia renal nos lo ha arrebatado antes de tiempo. Llevaba unos días en que lo veíamos bastante más apagado que de costumbre, así que decidimos llevarlo a la clínica veterinaria, donde le descubrieron una masa en la vejiga que le impedía orinar con normalidad. Han sido unos días muy duros para Obama y para nosotros, pero finalmente no se ha podido hacer nada y hemos tenido que decirle adiós. No hace mucho que se nos marchó Linda y todos estamos muy apenados en la protectora.

Obama era un perro enérgico y lleno de vitalidad. No en vano, le gustaba armar bulla con sus compañeros y no se perdía una discusión. Eso sí, encajaba a la perfección con el famoso dicho "perro ladrador, poco mordedor", pues en realidad, todo lo que tenía de impetuoso lo tenía de buenazo. Le encantaban los mimos y recibía gustoso las chucherías que le dábamos de vez en cuando, aunque su ansia al cogerlas le hacía a más de uno temer por la integridad de sus dedos. Pura energía.Y en cuanto a su aspecto, si no tuvisteis la suerte de conocerlo, no tenéis más que echar un vistazo a las fotos. Sus aires de lobo y su impresionante porte no serán fáciles de olvidar.
Obama soñaba con un hogar, pero no lo consiguió. Esperemos que sus compañeros puedan cumplir ese sueño por él, y que el bueno de Obama disfrute allá donde esté de todo el cariño que se merece.

Un chico de lo más "Fino"

¡¡Vaya cambio que ha pegado este perro desde que llegó al albergue!! Cuando lo trajimos, Fino estaba triste, asustado y se sentía bastante intimidado al verse rodeado de tantos peludos. Su aspecto dejaba bastante que desear, pues había estado vagando durante mucho tiempo por las calles de Segovia, con la sola atención de algunos vecinos, que fueron quienes nos alertaron de su situación.
Ahora, no es que Fino sea de los más revoltosos del grupo, pero ya juega con sus compañeros, acude a saludarnos y a pedirnos caricias, y tiene mucha más vitalidad. Además, no hay más que ver las fotos para darse cuenta de lo guapetón que se nos ha puesto... Su pelaje negro, suave y brillante supone todo un orgullo para nuestros "estilistas".

Pese a haber vivido mucho tiempo solo en la calle, Fino pasea estupendamente con correa. Nuestros voluntarios lo pasean incluso junto a otros dos o tres perros sin ningún tipo de problema. No cabe duda de que a ello contribuye enormemente su carácter tranquilo y apacible. De hecho, podemos parar a descansar a medio paseo y él se sentará o incluso se echará al suelo hasta que reemprendamos la caminata. Una delicia.
Sin duda, todo un amor de perro que podría hacer feliz a cualquier familia que le proporcionase un hogar donde sentirse relajado y querido.

Si estás interesado/a en adoptar o conocer más a Fino, puedes acceder a su perfil pinchando aquí.