viernes, 9 de mayo de 2014

Cody: La familia y uno más


Mucha gente considera que, cuando ya se tiene un perro, resulta muy complicado introducir a otro en el mismo hogar, por miedo a que existan celos, rivalidades, problemas de territorialidad... Y ese miedo coarta a muchas personas a la hora de "aumentar la familia", cuando en verdad estarían dispuestos a adoptar a dos o más animales. ¿Por qué negar esa maravillosa oportunidad a esos otros perros que también necesitan un hogar?


Nuestros amigos Dana y Uwe nos relatan el caso de nuestro galgo Cody (antes Balcony) y de cómo llegó a convertirse en un miembro más de su familia. Ellos ya tenían adoptado a Hunny, un perro procedente de una protectora de animales en Hungría, y temían que la llegada de un nuevo animal pudiera suponer un conflicto. Nada más lejos de la realidad.
Cuando Dana y Uwe conocieron a Cody en agosto de 2013, se enamoraron irremediablemente de él. Pero no fueron los únicos. La conexión de nuestro galgo con Hunny fue instantánea y ambos se subieron juntos al coche como si se conocieran de toda la vida. A partir de entonces, nacería entre ambos una amistad inquebrantable. De hecho, Hunny fue de gran ayuda para Cody a la hora de relacionarse con otros perros, especialmente con razas más dominantes.


Nuestro Cody es hoy un perro feliz. Sus "papis", Dana y Uwe, le dan muchos mimos y le acompañan a zonas habilitadas en las que puede correr libremente. Nos cuentan que es capaz de alcanzar nada menos que 67 kilómetros por hora. Eso sí, también le han comprado un collar con localizador GPS para evitar disgustos, pues cualquiera sale corriendo detrás de él...
¡¡Enhorabuena, familia!!


lunes, 5 de mayo de 2014

Huérfanos sin Manuela


Manuela era toda una institución en el albergue. Nada menos que 13 años ha pasado con nosotros y allí nos hizo el mejor de los regalos: su hijo Nesh. Pero esta valiente mamá no era la misma desde que su pequeño nos dejara hace un par de meses. Sabía que Nesh se encontraba solo allí donde estuviese y que debía acudir en su búsqueda para cuidar de él. Y qué mejor día para hacerlo que el Día de la Madre. Manuela nos regaló a todos su cariño y su mirada bondadosa, y ahora recibe el regalo que más necesitaba: reencontrarse con su hijo.
El albergue se queda huérfano sin ti, Manuela, pero no podemos negaros vuestro derecho a estar juntos. Descansad y sed muy felices.