Cuando llegamos al albergue, Chino sale a recibirnos a la puerta. "Pasad, pasad", nos dice, mientras trata de que el resto de compañeros no le robe el protagonismo. No ha tenido tiempo de ponerse el traje de gala, pero su planta y buen porte le permiten estar elegante incluso con su indumentaria de andar por casa. "Aquí es donde vivo, pero es sólo de forma temporal. Se come bien y he hecho muy buenas amistades, pero estoy buscando algo más grande y cálido. En cuanto lo encuentre me traslado, porque aquí los inviernos se me hacen ya muy largos y yo soy más solecito".
Acompañamos a Chino hasta sus aposentos y nos los enseña sin hacer demasiada ostentación. "En esta estancia es donde duermo y me siento a comer, pero suelo hacer más vida en el patio, ya sea jugando con los compañeros, recibiendo a las visitas o vigilando que todo esté bajo control en el albergue".
A continuación, nos propone salir a dar un paseo por los alrededores y aceptamos gustosos. Quién no va a querer que le vean acompañado de semejante ejemplar. "Me encanta salir a caminar por aquí", nos dice, "pero sin prisa, disfrutando del momento. No entiendo a ésos que van con la lengua fuera de un lado a otro, pudiendo relajarse y disfrutar del paseo y la compañía".
Regresamos de la estupenda caminata y nos despedimos de Chino. "Volved cuando queráis, me encanta recibir visitas", y nos recuerda: "Ah, y si sabéis de alguien que quiera hacerme un hueco en su familia, no dudéis en avisarme, por favor".
¿Y vosotros? ¿Sabéis de alguien?
Si estás interesado/a en adoptar o conocer más a Chino, puedes acceder a su perfil pinchando aquí.
2 comentarios:
Gran perro, Chino. Todavía no entiendo cómo sigue allí sin que nadie se haya fijado el él.
¡Suerte, guapo!
Chino se porta muy bien cuando le sacamos de paseo : no tira, disfruta mucho...
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