martes, 8 de octubre de 2013

Mil vidas en cuatro minutos

Son tantas las historias que hemos vivido en la Protectora que, si las juntásemos todas, nos daría para varias trilogías como la de "El Señor de los Anillos". Así que, con mucha dedicación y cariño, hemos querido recoger en este vídeo a algunos de los peludines que siguen con nosotros, a otros que ya han tenido la suerte de encontrar un hogar y a otros que, por desgracia, se fueron al Cielo de los Perros sin saber lo que es una familia. Va por todos ellos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encanta Gabi.
Cuanto se echa de menos a los que se fueron sin conocer familia, a los que se han ido hacia su felicidad, que han encontrado un lugar donde les aman y les tratan con la dignidad que se merecen, y cuánto disfrutamos con los que aún comparten sus días con nosotros y a los que desearíamos poder ofrecerles una familia. Todos ellos son la razón que nos hace recorrer este camino juntos.
Gracias Gabi, de corazón, por este hermoso homenaje.
Un abrazo
Ana

Gaby dijo...

Gracias a vosotros, Ana, por permitirnos compartir estos momentos.

Anónimo dijo...

¡Qué grande eres Gaby! Siempre he dicho que tus palabras emocionan, pero esto.. sin palabras..
Cuando cuatro minutos dicen tanto, hablan de recuerdos, de los que no están, de los que se han ido y sigues llorándoles porque olvidarles es misión imposible, cuando lucimos corazones imperfectos, llenos de cicatrices, cada cicatriz representa un ser vivo al que hemos entregado todo nuestro amor, dar amor es arriesgar, pero a pesar del dolor que esas heridas producen al haber quedado abiertas cuando se marchan, nos recuerdan que les seguimos amando y alimentan la esperanza de que, algún día, nos volvamos a encontrar y llenen el vacío que han dejado en nuestros corazones.
En memoria de Toribio que reposa junto al árbol del lago que tanto amó en los últimos días de su vida, en el que al fin pudo saber lo que era tener un hogar, de Froilo que cuando rozó la esperanza de tener una familia se marchó, dejándonos un gran vacío aún no superado, de Chata que envejeció en la prote sin conocer hogar alguno donde encontrar el calor que tanto necesitaba, de Linda con su triste historia y su viejo corazón que cansado de todo lo sufrido decidió que ya era hora de marcharse, de Obama cuya luz se fue apagando lentamente hasta que nos dejó a todos a oscuras, de Moffy, saber que era cuestión de tiempo no lo hizo fácil, del pequeño Pinky, cuando tan poco tiempo puede llegar a marcar de esa manera en que lo hizo, de Shangai, no esperarlo nos dejó tocados, de Chicharra, Lorena, Jaime, Rona, Simba, Sola, Tomasita, Llama, Pumba, Nerona, Chikung, el pequeño Champú, India, Mudito, Rufina, Amapola, Pily, Obispo, Ringo, Rogelio, Chacón, Boston, Guau.. y en especial, aquel que el destino no le dio una segunda oportunidad.. lo dicho,, mil vidas en cuatro minutos.. aunque yo no he podido evitar recordar a los que ya no están… Gracias Gaby