miércoles, 29 de julio de 2015

Chus, adiós a una luchadora


Han sido muchos meses de lucha desde que, en noviembre del año pasado, nuestra querida Chus recibiese la dura noticia de que un cáncer de hueso le haría perder una de sus patas delanteras. Pero eso no la detuvo, ni a ella ni a todos los que la queríamos. No sólo superó la operación y su nueva condición física, sino que además vio cumplido su sueño de encontrar un hogar. Por desgracia, ayer Chus nos dejó. En estos casos, suele decirse que el cáncer ha acabado ganando la batalla, pero ni mucho menos. Aquí la única campeona es nuestra Chus y lo seguirá siendo allá donde esté. Y seguro que desde allí escuchará atentamente estas cariñosas palabras que le dedica nuestra amiga Susana:

"Hoy, querida Chus, te digo adiós, y te lo digo con una mezcla de alegría y mucha pena; alegría porque has podido morir en paz y rodeada de esas personas tan fantásticas a las que tu historia les llegó al alma y decidieron concederte la oportunidad de conocer un hogar. Junto con estas líneas de despedida, quiero también añadir mi más sincero agradecimiento a muchos ángeles, personas tan especiales que hacen que la esperanza brille en los ojos de los que, como tú, Chus, han sido, son y serán las víctimas inocentes de una sociedad cada vez más ausente de sentimientos, de empatía, de sensibilidad, de compasión y de otros muchos valores por los que queremos considerarnos, nosotros los humanos, superiores. Y va por ellos y va por ti, porque tu historia ha sido una muestra de coraje, de valentía, de lucha y de esperanza. Nos dejas y te llevas contigo una parte nuestra.
Gracias, Juanlu, por apostar por Chus como hicimos nosotros y operarla y amputarle la pata para eliminar el cáncer. Brillante la operación, brillante el trato y tu humanidad, algo que aprecio mucho en vuestra profesión.
Gracias, Leti y Dani, siempre dispuestos a echar una mano, por brindarle a Chus un hogar en los primeros meses tras su operación, momentos muy duros, esos primeros días en los que tratabais de elevar el ánimo de Chus, de enseñarle a valerse por sí misma, de hacerle ver que se había quedado sin pata pero que podía seguir adelante, por esas subidas con ella a cuestas, por cuidarla, medicarla y darle vuestro amor... Sois especiales.
Gracias a Miguel y Eva por compartir con ella vuestro ya de por sí gran hogar canino hasta su adopción definitiva. Por todo en general, ¡qué grandes sois!


Gracias a Jorge y familia, porque al leer su historia os conmovió y decidisteis darle un hogar donde pasar sus últimos días. Chus iba por fin a conocer lo que era pertenecer a una familia. Gracias por los paseos, por la naturaleza que tanto ha disfrutado, por vuestros mimos, por todo… Me ha conmovido leer vuestro mail comunicando su pérdida y os agradezco sinceramente, y creo que lo puedo hacer en el nombre de todos,  todo el cariño que le habéis dado estos últimos meses. Habéis estado con ella hasta el final y me alegra saber que hasta ayer, antes de acostarse, estuvo contenta, feliz y mimosa. Se ha ido en paz y tranquilamente, mientras dormía. Habéis sido sus ángeles.
Gracias, Carmen, por los paseos que le dabas estando Chus en la Prote. Ahora estará con el buenazo de Froilo. ¡La de cosas que tendrán que decirse estos dos!
Y un gracias también a voluntarios y trabajadores por haber llevado alegría a la vida, no sólo de Chus, sino de tantos otros muchos que han pasado por el albergue.
Y ahora toca la pena, Chus, este sentimiento de pérdida que queda tras vuestra marcha. Contigo se ha ido algo de nosotros. Da recuerdos por allí. Os queremos mucho, no os olvidamos. Esto no es un adiós, sino un hasta pronto.
Run Free, Chus..."




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